La patronal ASTIC dibuja un incierto futuro para las grandes empresas de transporte internacional, acuciadas por los costes del nuevo marco normativo europeo, y los riesgos de la futura reducción de jornada en el transporte internacional.
El sector español del transporte internacional por carretera atraviesa una etapa de profunda incertidumbre, marcada por el endurecimiento del marco normativo europeo, la falta crítica de conductores profesionales y la posible reducción de la jornada laboral. Esto es al menos lo que ha puesto sobre la mesa la XLVIII Asamblea General de ASTIC, celebrada el pasadso jueves en el Palacio de Congresos de La Granja de San Ildefonso (Segovia).
El Pacto Verde y su impacto en la carretera
El nuevo escenario legislativo de la UE, con iniciativas como los peajes por emisiones de CO₂, la Directiva CS3D (diligencia debida en sostenibilidad) y la CSRD (reportes de sostenibilidad), está provocando un significativo aumento de los costes estructurales para las empresas de transporte.
Adaptarse a estas exigencias implicará, según los datos de esta organización, invertir entre 75.000 y 175.000 euros anuales por empresa en sistemas ESG, certificaciones medioambientales y auditorías. A esto se suma la inclusión del transporte por carretera en el nuevo régimen de comercio de emisiones ETS II a partir de 2027, por el que las industrias englobadas en este sistema deben comprar un permiso de emisión por cada tonelada de CO2 que arrojen a la atmósfera, a modo de incentivo financiero, lo que podría elevar los costes anuales entre 875.000 y 1,2 millones de euros para una flota de 100 vehículos, con un encarecimiento estimado del gasóleo de 10 a 20 céntimos por litro.
En este sentido, el presidente de ASTIC, Marcos Basante, ha anunciado que la organización solicitará formalmente a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, una revisión de los plazos y objetivos del Pacto Verde. En su opinión, “todas estas normativas amenazan con erosionar los ya estrechos márgenes del sector, que oscilan entre el 3% y el 5%, y podrían comprometer la viabilidad de muchas empresas si no se adapta su implementación a la realidad operativa del transporte”.
El coste por kilómetro sigue al alza
En la erosión de esos márgenes a los que se refiere Basante, tiene mucho que ver el incremento del coste mínimo por kilómetro recorrido por un vehículo pesado que se sitúa ya en 1,14 €/km, según sus datos, “un 6 % más que a mediados de 2023”.
Este incremento viene impulsado por el encarecimiento de elementos clave como los camiones, neumáticos, seguros, mantenimiento y los costes laborales, además del efecto del conocido fenómeno del “cohete y la pluma”, que retrasa la traslación de las bajadas del crudo al precio final del gasóleo.
Faltan 30.000 conductores… y la previsión es crítica
Otro de los temas recurrentes cuando se habla de los problemas estructurales del sector es el déficit que arrastra España de conductores profesionales, que estas fuentes sitúan ya en unos 30.000 conductores profesionales, “cifra que podría alcanzar los 116.000 en 2028 si no se actúa con urgencia”, apunta José Manuel Pardo, director técnico de ASTIC y presidente de la Comisión de Asuntos Sociales de la IRU.
Las medidas propuestas por el sector incluyen:
- Incorporar esta profesión al Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura del SEPE.
- Fomentar la entrada de profesionales extracomunitarios.
- Reformar el modelo de formación.
- Impulsar el relevo generacional y la participación femenina, en un colectivo con una edad media cercana a los 54 años.
La reducción de jornada, un golpe a la competitividad
Por último, en este repaso de “amenazas” para el transporte por carretera en general y mas concretamente para estas grandes empresas que forman parte ASTIC, el foco se ha puesto en la propuesta de reducción de la jornada laboral a partir del 1 de enero de 2026, que el Gobierno pretende sacar adelante Para esta organización, de llevarse a cabo, los efectos en el sector del transporte podrían ser graves. A este respecto hay que recordar que desde CCOO han señalado con anterioridad que el proyecto de ley de reducción de la jornada contempla una disposición adicional para que se aborde una reforma del reglamento de jornadas especiales, Real Decreto 1561/1995, “que es de aplicación al transporte por carretera”,
“La medida —que no tendría reflejo en el resto de países de la UE— haría perder hasta 8.000 kilómetros anuales de conducción por conductor, lo que pondría a las empresas españolas en desventaja competitiva”, señaló Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC,, que además advirtió sobre “cómo se compatibilizaría esta reducción con la estricta normativa europea sobre tiempos de conducción y descanso. Podría generar conflictos operativos y legales muy serios”